Es el capacitismo donde solo algunas personas tienen una capacidad creativa excepcional que les hace merecedoras de privilegios únicos y que oculta un entramado de otros privilegios, capital simbólico previo, relaciones sociales, etc.
Al mismo tiempo es el capacitismo de quienes critican la institucionalidad de esos privilegios que las excluyen, pero que a su vez no critican la excepcionalidad creativa.
Sostenemos en cambio que todas las personas tenemos capacidad creativa y que se da en millones de formas.
Esto es tanto más importante en el período actual del capitalismo cognitivo, donde el modelo californiano ha logrado extraer plusvalía de esta capacidad infinita de la creatividad humana y no humana (pensemos en los videos de animales que pululan por internet y nos salvan los días de la alienación) que se pone en juego cotidiana, interna y socialmente.