Al determinar que la única forma de conocimiento válido es el método científico, el cientificismo convierte todas las invenciones humanas anteriores a la modernidad en casualidad. En la historia pre-científica, las cosas se descubrieron por accidente o tropiezo y no por experimentación y observación.
De esa forma todas las historias de ejemplo tienen la estructura de un cuento, donde un sujeto indeterminado e individual se encuentra un día con un fenómeno natural y lo adopta como si fuera una botellita de caca-cola. Un día se te fermentó la cebada y descubriste la cerveza. Pero nunca hubo una persona, un grupo, que en su marco cultural decide experimentar qué cosas se fermentan y con cuales puede haber felicidad general.