http://www.technologyreview.com/featuredstory/520426/the-real-privacy-problem/
Me parece bien el cambio de lo individual (privacidad) a lo colectivo (política). Como crítica a la tecnocracia está bueno, los tecnoburócratas creen que se puede automatizar la política. Esto está muy claro en el discurso del movimiento zeitgeist, si automatizamos la política nos podemos dedicar a trabajar y disfrutar.
Pero el problema para mí ahora también es sobre el trabajo. Si el trabajo asalariado se trata de apropiarse de la plusvalía dejando lo mínimo indispensable para reproducir tu fuerza de trabajo, y la lucha es por la apropiación del valor completo del producto del trabajo (así a grandes rasgos, tampoco es que me leí el capital), el trabajo cognitivo qué mierda es? Facebook se apropia de nuestro tiempo de ocio (que no es lo mismo que tiempo libre), convierte en fuerza de trabajo nuestros deseos, que encima según la economía clásica es infinito. O sea que desde su perspectiva capitalista encontraron la forma perfecta de explotación y no se tienen que preocupar por la reproducción de una fuerza de trabajo que es infinita (pero la atención no… ahora se habla de economía de la atención).
Otra cosa donde se quedan cortos tipos como Morozov es que está bien, es peligroso para la democracia su automatización, ¿pero de la automatización del trabajo cuándo hablamos? Pongamos la tecnoburocracia sobre sus pies y automaticemos la producción, para poder dedicarnos a la política y los deseos como se nos cante.
Hay un artículo muy bueno de Nick Dwyer-Witheford que se llama Red Plenty1 y retoma por donde dejó Paul Lafargue en El derecho a la pereza. Podemos automatizar la producción y además controlarla democráticamente usando las tecnologías de la información de forma comunista.